Ruta de los pueblos blancos de España

La Ruta de los pueblos blancos es una ruta turística en Andalucía, España, que consiste en atravesar varios pueblos de la comarca de Janda, la provincia de Cádiz y la Serranía de Ronda. La ruta recibe este nombre ya que las casas de estos pueblos son totalmente blancas, ya que son pintadas con cal para repeler el calor. Tiene mucho interés turístico, ya que cada pueblo tiene un encanto particular y la ruta en sí, conlleva a vislumbrar algunos de los paisajes más hermosos de toda España. Además, algunos de estos pueblos pertenecen al Parque Natural de la Sierra de Grazalema, haciéndolos espacios protegidos, donde encontraras belleza natural y riqueza de su gente, con una gastronomía exquisita cabe destacar.

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Recorriendo la ruta de los pueblos blancos

Hay muchos puntos desde los que puedes comenzar un recorrido por los pueblos blancas, pero uno de los más usados es partiendo desde Jerez de la Frontera. Desde aquí comienza una ruta que contrasta el blanco de las calles, con las flores de colores que las adornas, el verde y marrón de las montañas con el azul intenso del cielo.

Estando en Jerez no puedes dejar de probar unos churros con chocolate y su delicioso jamón ibérico, de allí comienzas a avanzar por la provincia de Cádiz para ir encontrando uno a uno estos fantásticos pueblos.

Alcalá de los Gazules

Visita a Arcos de la Frontera

La primera parada es en el pueblo Arcos de la Frontera, sus inmaculadas calles y las vistas desde lo alto del Castillo, hacen que valga la pena detenerse por unos momentos en este lugar. La iglesia es muy hermosa, pero el recibimiento de la gente lo es aún más. Hay que caminar con calma y perderse entre sus pequeños callejones para disfrutar de verdad el placer de esas preciosas edificaciones de color blanco.

Visita a El Bosque

Este es un pequeño pueblo que no se encuentra muy lejos de Arcos de la Frontera, aparece de pronto en la Sierra de Albarracín. Aquí destaca la gran casa blanca que fue en su momento la casa señorial de los Duques de Arcos. También vale la pena detenerse unos momentos y vislumbrar las calles llenas de color blanco, flores y sobre todo fuentes donde temprano por la mañana muchos pajaritos se bañan alegremente, una imagen que parece sacada de un cuento.

Visita a Grazalema

Antes de llegar a Grazalema, pasas por el Puerto de Boyar a 1,103 metros de altura. Desde aquí se obtienen muchas vistas hermosas del Salto del Cabrero, una impresionante hendidura en la roca, la sierra de Albarracín, el castillo de Aznalmara, el Higuerón de Tavizna y el verde valle del Boyar a nuestros pies.

Seguidamente se llega a Grazalema. El casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico y la plaza, la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Aurora y las casitas blancas parecen sacadas de algún libro romántico, incluso estando allí es difícil creer lo hermoso que es ese escenario. Aquí el deber es pararse a probar las manitas de cerdo o los filetes de ciervo.

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