El lago Viedma

El lago Viedma es un inmenso espejo de aguas heladas. Fue descubierto por una expedición de reconocimiento de Antonio de Viedma en 1782. Se alimenta de las aguas que descienden del cerro Torre, de El Chaltén y del glaciar Viedma. Los caminos que circundan sus 1.100 km2 de superficie no sólo constituyen un espectáculo de belleza inigualable, donde la vista del imponente Chaltén domina el horizonte y la fascinación de los viajeros sino que ofrecen también remansos imperdibles.
Las estancias, los paradores y los hoteles que se localizan en sus márgenes en medio de un paisaje agreste, brindan al visitante las delicias de la prestigiosa gastronomía local, especializada en tortas caseras y bebidas calientes y reconfortantes, además ofrecen el servicio de excursiones. Se puede, por ejemplo, optar por el trekking y las cabalgatas para recorrer la región y avistar algunos ejemplares típicos de la fauna local, como guanacos, águilas y ñandúes, otra opción es sumarse a la cómoda aventura de las travesías lacustres, que incluyen un recorrido por el lago y una visita al glaciar Viedma.

El Lago Viedma y el Chaltén detrás.

 

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