Tafí del Alto Valle

Menhires, túmulos, círculos rituales, espirales y millares de viviendas cubren esta hoyada, centro de antiquísimas culturas indígenas. La capilla juesuítica y otra, hecha de resina poliéster reforzada con fibra de vidrio dan contraste a este lugar de ensueño.
Tafí del Alto Valle, es una esmeralda engarzada por los picos del Aconquija y de las Cumbres Calchaquíes que gracias a su clima benigno y su reconditez natural ha estado ocupado desde tiempos inmemoriales. Su densidad arqueológica está acorde con lo que fue en tiempos prehispánicos este verdadero valle sagrado de los indígenas: de su superficie de 100 km2 (en la que no se incluye la Lomada Pelada) 26 hectáreas son ocupadas por yacimientos arqueológicos.
La RP 307 a los Valles Calchaquíes arranca en Acheral de la RN 38 y atraviesa esta maravilla subtropical llamada Quebrada del río de los Sosa. A medio camino el monumento al Indio Calchaquí, provisto a último momento de una pollerita para no herir el pudor de las damas de la alta sociedad tucumana, anticipa algo de las riquezas indígenas que se pueden admirar.
Pasando La Angostura, nos encontramos con el Parque Arqueológico Los Menhires, una colina donde se reunieron un tanto desaprensivamente y desprovistos de toda leyenda explicatoria, 129 dólmenes que previamente estaban desparramados por todo el valle. Existe un pequeño museo contiguo.

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Desde lo alto del premonitorio apreciamos por vez primera lo que realmente es Tafí del Valle. Aquí hace falta la inmediata aplicación de un aley de preservación para impedir la proliferación urbana descontrolada. A nuestros pies el embalse de 800 hectáreas de superficie llenado en 1977 cuando se terminó el dique de gravedad. La cota máxima del especjo es de 1891. Un poco más allá, la mirada maravillada distingue las casas de El Mollar, en cuy aplazoleta se habían reunido doce menhires antes de que éstas y las demás fueron agrupados en el Parque Arqueológico.
Hacia allá nos dirigimos pero vamos hast al aantigua plaza donde se encuentra el gran túmulo (unos 30 m de largo por cinco de alto) que primitivamente estaba rodeado de numerosos menhires. Qué lugar más extraño! Alberto Rex González y Víctor Nuñez Regueiro encontraron en este montículo abundantes trozos de cerámica, huesos de esqueletos humanos y animales, vestigios de fogones, utensilios diversos y por sobre todo muchas incógnitas: fue un lugar donde se realizzaban sacrificios humanos?. Sería el único caso conocido en Argentina. ¿Sería un lugar para para celebrar ritos? ¿Qué papel jugana los menhires?Sabemos que algunos de estos dólmenes eran símbolos fálicos. Pero ahora se investiga también su ubicación primitiva precisa en torno del fran cúmulo  para verificar si no puedieron haber tenido una alineación astronómica similar que el círculo de piedras paradas Stonehenge de Inglaterra.
Más allá llegamos a El Rincón, por donde se asciende al abra del Portugués. Por aquí probablemente cruzó Diego de Rojas en su marcha a Soconcho, porque siguiendo el lecho del río Pueblo Viejo se llega a Ibatín, sitio de la primitiva Tucumán y de la primera de las tres ciudades de Barco.
Continuamos rodeando la Loma Pelada que ocupa la parte central del valle de Tafí para pasar por Campo de las Carreras y San Isidro con su curiosa capilla construida en resina reforzada con fibra de vidrio de arquitectura heterodoxa para llegar a la estancia El Churqui de la familia Zavaleta (las otras tres propiedades pertenencen a las familias Esteve, Chenaut y Frías Silva). El cono de deyección donde se encuentra El Churqui está cubierto por andenes de cultivo y otras ruinas arqueológicas que solo pueden obserbarse en detalle en una fotografía aérea.
Alcanzamos durante nuestro periplo la antigua Capilla Jesuítica de La Banda establecida en 1718 pero ahora desprovista de su campanario, que se derrumbó en un temblor en 1973. Contiene actualmente un museo arqueológico, una muestra de arte litúrgico y en dependencias contiguas un salón de ventanas de manualidades y productos regionales, incluso tejidos. Tal como corresponde a toda construcción jesuítica, también esta posee su propio túnel de escape que nace junto al altar y sale a la superficie 300 metros más allá. Queda por verse hasta que punto cabe trazar una analogía directa entre esta galería de escape y los extensos y enigmáticos túeneles de la vieja ciudad de Buenos Aires. ¿Fueron todas estas construcciones realizadas por los jesuitas?.
Al salir de Tafí se observan en una de las primeras cuevas cerradas contra la montaña, dos túmulos rectangulares contiguos. Se los ve mejor con luz rasante, pero aún así pasan virtualmente desapercibidos, sólo a través de la observación intensa de fotos aéreas tridimensionales pudieron ser identificados como tale spor el ingeniero Juan Baumann. Se trata de típicas allpatucas (del quechua: allpa=tierra y tauca=montón) como los descubiertos por Adán Quiroga y otros en Huasnán, en Chaquiajo de abajo, en Huillapima, en Fuerte Quemado y en Lerma. Aún no se sabe para qué servían esos montículos.
Los enigmas de tafí no acaban aquí. Camino a El Infiernillo las laderas de las montañas se encuentran sembradas de ruinas. Muchas de estas son viviendas, como aquella excavada junto al kilómetro 75,3 a mano izquierda. Su diseño es interesante.

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