Templo de Debod

Uno de los grandes tesoros arqueológicos que encontramos en Madrid es el Templo de Debod, monumento religioso egipcio que cuenta una gran historia entre sus rocas. Aun cuando este lugar tiene tanto significado histórico muchos españoles desconocen su existencia. Se encuentra ubicado en el parque del Cuartel de la Montana, cerca de la Plaza España y junto al Paseo del Pintor Rosales.
El Templo de Debod tiene 2.200 años de antigüedad y fue construido originalmente en el Antiguo Egipto. Templo de Debod fue trasladado a España como regalo por la colaboración brindada a este país, cuando se vio en la necesidad de realizar una jornada de salvamento en los Templos del Nubia que estaban amenazados de quedar destruidos tras la construcción de la Gran Presa de Asuán. Entre estos templos estaban el Templo Debod, Abu Simbel, Dendur hoy en Estados Unidos, Ellesiya que se encuentra en Italia y Taffa ubicado en la actualidad en Holanda, entre otros.

Templo de Debod

Luego del proceso de desmantelamiento y transporte desde Egipto a España, proceso mediante el cual se perdieron varias piedras de la construcción original, lo que conjuntamente con la falta de buenos planos complico considerablemente la reconstrucción del Templo, fue inaugurado el 20 de Julio de 1972 luego de 2 años de trabajos de reconstrucción.

El Templo de Debod original data del Siglo II a. d. c., fue encargo del Rey Meroe Adijalamani, quien ordenó se construyera una capilla dedicada a los dioses Amón e Isis cuyo decorado está basado en relieve. Al paso del tiempo los Reyes de la dinastía Ptolemaica encargaron la construcción de nuevas estancias alrededor del núcleo original. Luego, cuando llegó la anexión de Egipto al Imperio Romano, Emperadores Romanos terminaron la construcción y decoración del Templo.

Una vez tomada la decisión de construir el templo, el siguiente paso para desarrollar el proyecto fue elegir el entorno donde se erigiría este edificio religioso. Se llegó a la conclusión que lo mejor era construirlo con orientación Este – Oeste, misma que conservó cuando fue reconstruido en Madrid.

En su tiempo de gloria la Capilla de Adijalamani constituyó una de las rarezas del Templo de Debod, esto debido a que generalmente los templos egipcios solo estaban dedicados a una sola deidad, por lo que al encontrar que el Templo de Debod contenía dos naos que albergaban cada uno una deidad diferente le daba a este una clara distinción entre los demás templos de la época. Se accedía a la sala del santuario principal mediante dos altas puertas de madera, las cuales aislaban el recinto del resto del Templo durante la noche.

Aunque en la actualidad solo se mantiene en pie uno de estos naos, está ampliamente documentada la existencia de ambos. Las deidades que contenían fueron la diosa Isis, cuyo nao ya ha desaparecido en su totalidad, y el dios Amón, este aún se conserva y puede observarse el visitar el lugar. Otro de los detalles significativos de esta capilla son los relieves de las paredes en los que se aprecia la representación de otras deidades, las que aunque de menor importancia (ya que no tenían un nao o una estatua erigida) es de suponer que también se les rendía culto en el Templo.

Una de las modificaciones que se realizaron en el Templo de Debod durante los reinados de los Reyes de la dinastía Ptolemaica fue que se construyó una calzada destinada a procesiones que iba desde el embarcadero, que estaba junto al rio, hasta el Templo pasando a través de tres muros que se atravesaban por medio de grandes portales. Estos muros fueron fabricados en adobe y recubiertos con piedra arenisca en el exterior. Por igual se completó el exterior de la capilla con edificaciones necesarias para la celebración de los cultos, las que se caracterizaron por los nuevos criterios de arquitectura religiosa del periodo Ptolemaico. Todas las reformas de que fue objeto, tanto en este periodo como en el romano, dieron como resultado una arquitectura ritual parecida a la de los Templos ubicados en el Sur de Egipto.

Aunque el Templo contaba con importancia y prestigio religioso en la población, cuando el Cristianismo se a posiciono en Egipto y la población del Nubia fue convertida a esta religión se ordenó el cierre y abandono de este templo pagano.

En el muro exterior se puede distinguir una escalera, la cual fue reconstruida dentro de la nueva estructura que amplía el perímetro de la capilla original. No se puede decir a ciencia cierta si esta escalera formó parte del diseño original del Templo.

Otra de las estancias que se pueden visitar hoy en día es la sala Mammisi (lugar de nacimiento en copto), aunque la sala mantiene este nombre ciertas investigaciones recientes apuntan a que el uso que tenía originalmente era muy diferente al significado de la palabra. Destacan en esta sala los relieves del vestíbulo que fueron realizados por los emperadores romanos Augusto y Tiberio.

Otras dependencias abiertas al público son el vestíbulo que también fue decorado por Augusto y Tiberio. La Antesala de naos que da paso a las tres capillas del recinto. La Sala de los Naoi donde se puede observar el único nao que se conserva. El Corredor donde encontramos un reloj solar en uno de sus muros. La Capilla Osiriaca ubicada junto a la escalera ritual de acceso. La Terraza, aquí se llevaban a cabo las ceremonias solares y el ritual de Año Nuevo. También están las capillas de la cabecera, el Uabet y las Criptas, entre otras.

La visita al templo es algo digno de ver y disfrutar. Está rodeado de hermosos jardines, los cuales gracias a su belleza y luminosidad son usados regularmente para realizar picnics. Al caer el atardecer el juego de luces y la iluminación crean un efecto tal que lo convierten en el mejor momento del día para visitar este histórico lugar. La visita al templo es gratuita, pero no por esto desmerece de interés, muy al contrario. Aquí podemos encontrar información sobre la mitología y sociedad egipcia de la época. Al igual que detalladas explicaciones de los jeroglíficos grabados en la pared, lo que le proporciona, en especial a quienes no han visitado Egipto, una perspectiva de este antiguo e histórico país.

En la parte superior hay una representación de los templos que se encontraban en el Nubia, acogidos en una espectacular maqueta. La visita es completada con la exposición de maquetas, videos, proyecciones audiovisuales y la decoración en si misma que ayudan a conocer la historia de este lugar desde sus inicios.

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